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CENTROAMÉRICA AL LÍMITE FRENTE A LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

PRONUNCIAMIENTO DEL GFLAC FRENTE A LOS IMPACTOS DE LOS HURACANES ETA E IOTA EN CENTROAMÉRICA, PRODUCTO DE LA ACTUAL CRISIS CLIMÁTICA

En noviembre pasado, en el transcurso de tan solo dos semanas, dos huracanes categoría 4 y 5 (ETA e IOTA), afectaron gravemente a Centroamérica, especialmente a Nicaragua, Guatemala y Honduras, dejando más de 3 millones de afectados (1) y pérdidas económicas estimadas de 5,000 millones de dólares (2). Lo que se suma a la crisis socio-económica derivada del coronavirus (COVID-19) y a la mayor incidencia de sequías prolongadas desde hace quince años (3) y ponen en riesgo de inseguridad alimentaria a parte de la población centroamericana.


La crisis generada por el paso de ambos huracanes es una de las peores crisis humanitarias vividas en los últimos años en la región y representa una CARGA ADICIONAL Y DESPROPORCIONADA en países que han sido identificados entre los mas vulnerables del planeta (4). La situación actual, recuerda el trágico paso del huracán Mitch en 1998, cuando miles de vidas centroamericanas fueron truncadas y se estimó un retraso de 20 años en la economía regional por los daños y pérdidas provocados.


Estamos ante la irrefutable evidencia de la peligrosa interferencia de las acciones humanas en el sistema climático. La rapidez y magnitud de los cambios observados, no tienen precedentes. Lo anterior, impide que los ecosistemas se adapten naturalmente, amenazando la producción de alimentos y la provisión de distintos servicios ecosistémicos, que a su vez imposibilita el bienestar en el marco de los pilares de la sustentabilidad, de muchas comunidades alrededor del mundo. Esto contradice rotundamente el objetivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, (CMNUCC).


Las y los científicos, reunidos en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) nos han demostrado, cada vez con más certeza, la sensibilidad del planeta a la perturbación antropogénica. Siendo que las actividades humanas son las que han generado el problema, somos también las y los principales responsables y por ello estamos obligados a dar solución.


El GFLAC manifiesta su profunda preocupación ante la situación que atraviesan millones de personas afectadas y se solidariza particularmente con la población centroamericana, así como las poblaciones en el Caribe, México y Colombia que también fueron alcanzadas por la catástrofe.


A cinco años de aprobado el Acuerdo de París, y pese a los tímidos avances logrados falta mucho para revertir las causas y los efectos que ya son devastadores. Ante ello, hacemos un llamado a los gobiernos locales y nacionales, a los organismos internacionales, a la cooperación internacional y a la sociedad civil de las regiones afectadas a tomar medidas inmediatas.


A los gobiernos nacionales centroamericanos:

  • Declarar la emergencia climática en toda la región y establecer planes nacionales que atiendan este problema de manera integral de la mano de los paquetes de recuperación económica.

  • Informar de manera clara y transparente sobre las pérdidas provocadas por los impactos de los huracanes, así como las inversiones nacionales que se están haciendo para atenderlos, y las necesidades financieras que tienen para atender de forma integral el problema.

  • Cumplir el Marco de Transparencia Reforzado del Acuerdo de París de la CMNUCC, en la asignación, monitoreo, reporte, registro y verificación de recursos nacionales e internacionales para atender la catástrofe, promoviendo su eficiencia y eficacia.

  • Reducir los subsidios a los combustibles fósiles y todos aquellos recursos que estén generando la degradación de los ecosistemas e impactando en las poblaciones locales. Todo ello debe hacerse, considerando el enfoque de género, la garantía de los derechos a las poblaciones indígenas y campesinas, los derechos de las presentes y futuras generaciones y, en general, el beneficio de las poblaciones especialmente vulnerables.

  • Asegurar que la reactivación económica y la reconstrucción que impulsan los gobiernos de la región por la crisis sanitaria y por el paso de los huracanes se realice de manera justa y resiliente, considerando el cambio climático; respetando las salvaguardas ambientales y sociales; y garantizando los derechos humanos.

A los organismos internacionales:

  • Fomentar el cumplimiento al Marco de Transparencia Reforzado del Acuerdo de París de la CMNUCC, en la asignación, monitoreo, reporte, registro y verificación de recursos nacionales e internacionales para atender la catástrofe, promoviendo su eficiencia y eficacia.

  • Impulsar la implementación en Centroamérica, con carácter urgente, el Mecanismo de Varsovia de la CMNUCC para hacer frente a las pérdidas y los daños relacionados con las consecuencias de los fenómenos extremos, bajo el entendimiento que se incrementan e intensifican cada año, por lo que su puesta en marcha resulta impostergable.

  • Reconocer de manera urgente al istmo centroamericano como una región especialmente vulnerable, que requiere un tratamiento privilegiado por la CMNUCC, como el que se da a los pequeños estados insulares o a los países menos desarrollados. Demandamos justicia climática y una respuesta estructural de la comunidad internacional (4).

  • Reforzar el seguimiento de la inversión de los recursos destinados para la recuperación ante la crisis económica generada por el COVID-19 y de los huracanes Eta e Iota, para garantizar que éstos sean invertidos en opciones bajas en carbono y resilientes al cambio climático. En ningún escenario estos recursos deben contribuir al cambio climático, sino que deben dar solución al mismo.



A las organizaciones y personas que se deseen sumar a este comunicado, favor de poner su nombre y correo en este enlace.


Contacto:

Alejandra Sobenes asobenes@gmail.com

Tania Guillén, taniaguillenb@yahoo.com

Verónica Olvera olvera.casillas.v@gmail.com

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